Estas rutas eran importantes para el comercio de seda, pero también de otras mercancías como especias, joyas, textiles, porcelana, cerámica y caballos.
La Ruta de la Seda jugó un papel crucial en la difusión de ideas, cultura y tecnología entre los diferentes pueblos, como el budismo, el islam y el cristianismo. También fomentó la interacción cultural y el intercambio de conocimientos entre diferentes culturas.